Lo más importante para hacer las zanahorias encurtidas es contactar con distribuidores de zanahorias de calidad, imprescindibles para lograr un buen sabor. Además de un kilo de estas hortalizas, necesitaremos 600 ml de vinagre de vino blanco, 225 gramos de azúcar y especias a nuestro gusto. En el norte de España se utiliza eneldo, clavo y laurel mientras que el sur se opta por el laurel, el comino y el orégano. Podemos optar por la opción que más nos guste.

Para comprar las zanahorias recomendamos Zanahorias Medrano, que distribuyen estas hortalizas desde huertas de calidad de La Rioja. Una vez tengamos los ingredientes pelamos las zanahorias con cualquier pelador y, posteriormente, las cortamos en rodajas. Hay algunas personas que prefieren cortarlas en cuadraditos o tiras, la forma no influirá en el sabor así que también podemos elegir la que más nos guste.

El siguiente paso es blanquear las hortalizas que nos han proporcionado los distribuidores de zanahorias para que no queden demasiado blandas. La forma es sencilla. Llenaremos un bol con agua fría y hielo y lo dejaremos aparte. A la vez, en una olla con agua echaremos las zanahorias cuando ésta empiece a hervir. Es importante que las zanahorias solo estén en la olla con agua hirviendo durante un minuto y medio, posteriormente las sacaremos y las meteremos en el bol de agua helada.

El último paso es usar el agua hervida y echar en un tarro el vinagre, esta agua, el azúcar y las especias. Por último rellenaremos con las zanahorias. Gracias al calor del agua se cerrará al vacío y en una semana podremos comerlas fácilmente.