Como expertos distribuidores de zanahorias, sabemos las múltiples posibilidades que tiene este producto en la cocina, del que ya hemos repasado sus numerosos beneficios. Habitualmente se suele comer cocida, dentro de numerosos platos, pero cada vez más gente se apunta a incluir zanahoria simplemente rallada y en crudo para formar parte de ensaladas y otros platos que vamos a presentar en las siguientes líneas de esta entrada.

Y es que no son pocos los grandes chefs que apuestan por unas simples raspaduras de los productos de Zanahorias Medrano para mejorar sus platos, tanto a nivel visual y estético como nutritivo. Por ejemplo, si no se tienen muchas ganas de cocinar, una opción es hacer una ensalada de zanahoria rallada con mayonesa, a la que se puede incorporar media naranja, queso mozzarella y una lata de maíz dulce en conserva, un plato sencillo, pero colorido y nutritivo que puede ser ideal para una cena saludable.

Pero esas mismas raspaduras o ralladuras de los productos que ofrecemos los distribuidores de zanahorias pueden servir para muchos otros platos. Otro ejemplo es el famoso carrot cake o pastel de zanahoria, que tanto está de moda en la cocina anglosajona y que mejora enormemente si añadimos la zanahoria rallada en lugar de cortada en trozos.

Y es que esta forma de preparar la zanahoria puede dar mucho juego en recetas que, en principio, no la incluimos. Un caso pueden ser las patatas rellenas, a las que se puede añadir también zanahoria rallada para añadir color y sabor ligeramente dulce. O, por último, la ensalada llamada "coleslaw", hecha con legumbres de invierno como las coles blancas y rojas, cebolla roja, apio, hinojo y zanahorias ralladas.